La evaluación en alimentación es un proceso de observación directa por medio de pautas, cuestionarios y a través del juego para determinar la presencia de selectividad y rechazo alimentario y el estilo de alimentación de la persona que se evalúa.
Dichos aspectos interfieren directamente en la calidad de vida de la persona, salud, ocupación y relación social con cercanos y en actividades compartidas y de ahí su importancia en consultar e intervenir tempranamente.